Los pasamanos de hierro forjado no se utilizan para interiores en particular
También se ven maravillosas en balcones y terrazas
Los diseños eran originalmente intrincados y complejos, con muchos adornos
Las barandas más tempranas fueron de hierro forjado y este material siguió siendo utilizado hasta finales del siglo 19 cuando el acero comenzó a ser popular y a reemplazarlo. En la era victoriana, puertas decorativas y barandas de hierro forjado eran una declaración y un símbolo de estatus
Una clásica entrada para un conjunto de viviendas se destaca por la altura otorgando la categoría o status a la residencia
Un detalle de un monograma en hierro forjado de la puerta de entrada al estacionamiento al aire libre de un conjunto de viviendas Recuerda que el hierro tiene un proceso de mantenimiento que incluye una variedad de aspectos. Algunos signos de deterioro pueden incluir la presencia de superficies irregulares que sugieren que hay corrosión debajo de la pintura, manchas de color óxido o la presencia de un residuo aceitoso en la superficie de la pintura que sugiere que la pintura a base de aceite se descompone .
En los hogares tradicionales, los pasamanos de hierro forjado se ven elegantes y sofisticados. Además, sus intrincados diseños decorativos dan a la escalera un aspecto más imponente y dramático
Hoy, tales diseños son todavía populares en hogares tradicionales. Aquí, las barandillas de hierro forjado son una característica elegante para esta residencia con los toques de Oro en los detalles
Se utilizan a menudo en hogares modernos y contemporáneos como manera de crear contrastes incorporando áreas como esta estructura
Para destacar el aspecto rústico, estos dos materiales también pueden ser complementados con piedra El hierro forjado y la madera se pueden combinar en una variedad de maneras interesantes
En la era victoriana, las barandillas de hierro se usaban a menudo en combinación con mármol en colores decorativos
Cualquier signo de daño debe ser tratado correctamente. Las porciones corroídas se deben cuidar con un cepillo de alambre, un cincel o un papel de lija tan pronto como se descubra el daño. Nunca pinte sobre el óxido y asegúrese de que la superficie esté limpia y bien preparada. También, asegúrese de que la pintura fresca es compatible con la herrería y las capas de pintura existentes.
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